miércoles, 15 de marzo de 2017

¿A qué vamos a jugar?




Papi estás triste

no hija, pues..
si estás triste,
yo no me di cuenta la cara de pendejo atortolado que estaba colocando,
de perdido y desorientado, de ternero recien destetado,

de pretendiente recién apaleado a cachetadas.
Solo unos segundos después reacciono...
si mi hija no tuviera tres años seguramente le diría que sí,
que a veces hay días tristes,
que a veces la vida se ensaña contigo,
te saca de las entrañas lo que más quieres,
así como está sacándonos a su madre,
a veces estamos tristes,
ese es nuestro cáncer,
la ventaja, es que no llega todo el tiempo,
esa es la ayuda le damos a ella,
para que reparta su dolor entre nosotros,
pero como no tienes sino tres años,
hoy te respondo lo mismo de siempre,
con una sonrisa dibujada a en mi superficie...


¿A que vamos a jugar mi vida?
 
(Escrito en octubre 20 2016)

1 comentario:

  1. Los niños como seres iluminados que vienen del cosmo sienten y saben. Más allá de las palabras, conocen y recuerdan. Y acompañan sosteniendo e iluminando nuestro camino.

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