Intento
decirte que yo sé que no soy nada, pero con ella me siento todo,
que al igual
que mi aliento, mi espíritu respira sus labios,
Intento
pedirte misericordia, vida para mi esposa y esperanza para mi hija.
No te hablo
con rabia, sino con mi humanidad llena de impotencia,
Intento
llenarme de tu espíritu, para transmitirlo a mi familia,
ellas también
te llaman pidiendo explicaciones.
Intento
imaginar tus oídos que deben estar llenos de peticiones similares,
por favor déjame
entrar por un espacio, aunque sea pequeñito,
yo sé que con
un solo zumbido que quieras hacer real,
puedes hacer
verdad este milagro.
Intento
decirte que soy tuyo, que somos tuyos,
que si
quieres sanarla puedes hacerlo,
y eso
coincide con mi más grande deseo.
La coloco en
tus manos como lo que es, tu propia obra,
si quieres
dejarla conmigo ayúdame a que sus tumores sanen y no le duelan tanto,
y si quieres
regresarla contigo, entonces hazme fuerte,
porque yo sé
que me va a dar duro,
tan duro como
un golpe inesperado en lo más hondo de la cabeza,
en el fondo
de mi mundo…
Señor, tu decides
como siempre, tú ya sabes lo que pasará,
acuérdate de
este siervo tuyo y de su familia
que en su corazón
siempre te llevan.