miércoles, 27 de junio de 2012

El pan de cada día

Yo quiero tener el corazón de oro como mi padre, me enteré que él tenía un tesoro en su corazón el día que se fue por que eso decían todos los vecinos. Yo se que él salió a buscar otros tesoros como el que tenía guardado en su corazón para traerlos a la casa, tal como sucedió la vez que se encontró una nariguera de oro en una tumba de un indio Senu. También pienso que se fue con mi madre porque ella a veces le ayudaba a revolcar la tierra. Mi hermano dice que esta vez se demorarían mucho más por que se fueron muy lejos. A mi prima Angy si no le creo, dice unas cosas muy feas y me hace llorar, está inventando que un día llegaron los capuchos a nuestra casa, que a mi padre lo picaron en pedacitos y lo arrojaron al río Cauca junto con las bolsas llenas de tetas que siempre uno ve en la barca cuando sube del pueblo. De mi mama si no dice nada y creo que es precisamente por que Angy está diciendo mentiras. Dice que ese día no me pelaron porque yo estaba en esta casa con mis primas y mi tío Jony. Además dice que mi hermano estaba en ese momento almorzando y que cuando le preguntaron que si era familiar del señor Pérez dijo que no, que él solo estaba de visita y lo invitaron a comer. Yo sé que eso no paso por que cuando le digo a mi hermano que tengo hambre enseguida nos vamos a pescar, y antes de salir me dice siempre con tranquilidad que no me preocupe, que nuestro Padre nos aseguró todo por medio de su hijo, solo debemos recordarle en nuestra oración que nos siga dando el pan de cada día.