sábado, 26 de diciembre de 2015

¡Pa´ las que sea parcero!


Palabras azules en el matrimonio de Luis Fer. y Marce 26-12-2015:

Quiero basar estas palabras, en una expresión que proviene del saber común de un nicho de reconocidos filósofos habitantes de las comunas de Medellín: “Pa´las que sea parcero!”.

Aplicado al sagrado matrimonio, significa que si hay amor y Dios está de por medio, estamos con nuestro parce, nuestro compañero, nuestro amigo, muestro esposo o esposa  disponibles, donde sea, para lo que sea, en la situación que sea.
Pa´ las que sea significa que las palabras bonitas se materializan en acciones todos los días, que por pequeño que sea, un sincero beso tierno en las mañanas y en las noches y a cualquier hora, es más valioso que todas las monedas del galeón San José.

Cuando nos casamos le decimos a nuestro parce que estamos Pa´ las que sea! colocando nuestro Creador en medio, es de esa forma como pensamos mejor, comprendemos mejor, queremos mejor al otro, y nos entregamos no solo en eros o en amistad sino en espíritu.


Pa´ las que sea con su pareja significa aprender a celebrar con moderación en los días alegres, y valorar el mensaje positivo de los no tan alegres, cuando a alguno de los dos se le salte la piedra, piensa primero en que haría Jesús Cristo, algo así como respirar profundo 3 veces, contar hasta 10 despacito, y escribir en la arena donde todo se borra después de un minuto. Luego, cuando todo este calmo, se sientan y hablan tranquilamente.
Pa las que sea, significa que cuando llegan los momentos duros, el hombro de su parcero ya sabe que hacer sin dudarlo, verán que los abrazos que duran un instante se vuelven combustible puro. Un buen parcero, sabe que el amor es alegría, y que mientras hay vida, cualquier obstáculo se supera tomando la mano a su pareja, mirándola de frente y diciéndole mi amor aquí estoy pa’ las que sea!

La vida en sagrado matrimonio es la lección más importante de sus vidas, una lección que no se enseña en las Universidades o en el quehacer diario de su trabajo: construir un lazo de tres,  donde el Creador es siempre el lazo central,  crecer como uno solo, aceptarse tal y como son, disfrutarse en los días claros y sonreírle a los días grises, esto es, en resumen, llenarse de conciencia para decir en cualquier momento ¡Pa las que sea parcero!

Dedicado a mi esposa @AnaCNio

jueves, 10 de diciembre de 2015

EL DULCE SABOR DE UNA QUIMIOTERAPIA CON AMOR

La primera vez que entramos a la sala, Anita se sentó, miro para todos lados y luego se puso a llorar, me sentí el ser más impotente del mundo por que hasta ese momento pensé que ella tenía claro lo que le iban a hacer, o tal vez lo tenía claro pero en ese momento, tal como ella lo dijo, sintió temor, fue más consciente de lo que estaba por venir. Un médico que justo pasaba saludando se arrodillo, la tomo de las manos, le limpio las lágrimas, y le pregunto por qué estaba llorando, ella le conto que ni siquiera antes de la cirugía había tenido tanto temor como en ese momento, todo el mundo calvo, pálido y flaco, eso es lo que me espera? El médico le dijo que se tranquilizara que si se quedaba calva él se unía a la cusa y también pasaba por el peluquero, que no tenía que preocuparse por estar pálida por que estando viva tendría muchas oportunidades para sonrojarse, y que si se adelgazaba iba a quedar con huesos de modelo de revista vea. Ella sonrío en medio de su llanto, y el medico la tranquilizó aún más diciéndole que esos líquidos le servirían para luchar con su enfermedad, que colocara toda su angustia en manos de Dios, después de un rato ya estaba sonriendo de nuevo, después no volvimos a ver al médico hasta hace poco pero igual le seguimos dando gracias por aparecer en ese momento. En alguna de esas sesiones ella podía durar hasta 14 horas recibiendo sueros, yo no hago nada extraordinario, solo la acompaño, salgo a comer al caer la tarde porque a mí el estómago piensa cuando está vacío y me reclama alimento con distintas estrategias. A veces se queda dormida por la inyección para la alergia, se levanta entre sueños, le pregunto que si puedo ir a buscar un taxi para traérselo a la puerta, y con los cachetes inflados me dice con cariño: tranquilo ya salimos los dos, entonces salgo y entro corriendo con el papel que autoriza la salida, mientras ella abraza a las enfermeras y les dice que otra vez la mandan borrachita para la casa, yo tomo su bolso, organizo el puesto y lo entrego. Ya en casa, si Sofía sigue despierta se nos arroja encima, y de nuevo una sonrisa se dibuja en el rostro de Anita, despedimos a mi suegra y como sé que me va a preguntar lo de siempre, le digo que no se preocupe, ella no va a comer nada, puede que quien sabe cuándo, de pronto más tarde toma caldito, pero tranquila que yo me encargo. En una de esas mañanas posquimio, mi esposa no se pudo levantar después de vomitar, la debilidad la dominó por un momento hasta que mi cuerpo llego a auxiliar el suyo, y nos abrazamos como si no nos hubiéramos abrazado nunca, me dijo que la dejara, que ya no me servía como mujer, despacito le di un beso, y le dije lo hermosa que seguía, porque sigue siendo hermosa para mí y que la amaba con todo lo que soy, nuestro cuerpo puede ser débil, pero nuestro espíritu puede ser fuerte, tienes el mío para lo que necesites. El resto de veces se ha levantado sola, en este momento tiene asustados a muchos industriales que juegan con la vida de muchas personas, ha liderado un ejercito por una causa justa contra el asbesto, ha sido y sigue siendo mi ejemplo y el de Ana Sofía. Por eso yo sé que aunque imperfecto, sobre mi hay una responsabilidad inmensa, mi vida tiene un objetivo que cumplir, y es dar lo mejor que tengo por mi familia, no en materia, no en regalos, no en dinero, sino en emociones, en servicio, en gratitud a la vida que me muestra tal como lo decía el reconocido filosofo Andres Calamaro “Pero el amor es más fuerte”.

Un día caminaba como cualquier físico, así como cuando cualquier físico va caminando, y me encontré con Carlos Ivan, con travesía, con Ricardo, con almirantes, con almiparejas, me di de frente, pero de frente erguida con Tihamer Toth y bien duro… hoy agradezco ese temple de Cristo con el que todos soñamos, que aunque la verdad puede que el mío no sea tan duro, pero de lo que si estoy seguro es que se vuelve de acero cuando veo el rostro sonriente de mi familia.

“Siembra un pensamiento y segarás un deseo, siembra un deseo y recogerás la acción, siembra la acción y cosecharás una costumbre, siembra la costumbre y segarás el carácter”. Tihamer Toth.

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Invitación concurso FAHYC

Buen día queridas familias, el concurso FAHYC: Familia con Austeridad, Humildad y Coraje, básicamente consiste en prepararnos para la navidad desde el corazón, desde nuestra creencia y no desde el bolsillo y la imagen. Por estos días se ve como el mercado nos inunda de árboles y moños despampanantes, el mundo inicia a vestirse de fiesta, pero de fondo esta fiesta de papá Noel no es la fiesta real, el nacimiento de Cristo se ve como adornos nuevos y regalos en un árbol que poco o nada tiene que ver con su verdadera esencia. Esta invitación está orientada a vestirnos de austeridad, de humildad y a enfrentar con coraje nuestras creencias con una actitud dialogante, tal como nos lo ha comentado el papa Francisco. Las condiciones del concurso son: * Austeridad: No compres nada que realmente no necesites en esta próxima navidad, ¿son realmente necesarios nuevos adornos, árbol, luces, moños etc?... *Humildad: Recordemos que el niño Dios vivió el pesebre desde lo humilde sin tanta cosa, en su momento, María y José no tenían nada, no compraron dos meses antes una casa con estrella y burro nuevo. Utilicemos material reciclable en los adornos y decoraciones que queramos hacer, podemos utilizar y renovar materiales guardados de anteriores navidades. *Coraje: A Dios lo que es de Dios y al Rey lo que es del Rey. No mesclemos los intereses del gobierno con lo que realmente es el fondo de una familia, ¿Quién debe estar en el centro?. * Reflexión: Mira hacia la esencia, no a lo que el comercio te quiere mostrar, aún no es navidad, ¿debemos tener encendidas un montón de luces en la noche desde ya?, reflexionemos sobre cuanto estamos ayudando con eso al ambiente que nos rodea y al que no vemos. Mejor armemos un pesebre con material reciclado. Somos naturaleza, somos cambio climático, somos el niño que tiene los pies llenos de hongos por la humedad que entra por sus zapatos rotos. La gran familia triunfadora del concurso FAHYC, gana la posibilidad de donar en silencio, un buen mercado para una familia que lo necesite, aclarando eso sí, que tendrá el lujo de no enterar a nadie sobre su donación...

domingo, 22 de febrero de 2015

El matrimonio es para pendejos

Una persona muy cercana a mí, siempre me aconsejo no casarme porque según ella los que se casan son unos pendejos, afirmación que escuche repetidamente también en otras personas, idea que hasta hace un par de años estaba interiorizada en mi consiente y en mi subconsciente. Si estando pequeño me preguntaban a qué le tenía miedo?, con firmeza mi respuesta era la siguiente: al picotazo de una gallina, a ser tragado por la gigantesca bolsa de la brilladora de la casa y “al matrimonio”. En unas vacaciones, después de ayudar en trabajos de la granja a mi papito Ernesto (mi abuelo), me di cuenta que el picotazo de las gallinas no dolía tanto. Una vez de tantos momentos solo en la casa, me enfrente con la brilladora, la encendí y logre manejarla sin problemas. Para el mundo, momentos desconocidos o insignificantes en la vida de un niño cualquiera, para mí, momentos indescriptibles, llenos de liberación. Con los años la respuesta a la pregunta sobre cuales eran mis miedos se redujo a una sola cosa: “el matrimonio”. Principalmente porque para mí el matrimonio era sinónimo de ser pendejo, concepción aprobada y reforzada en los medios y por una sociedad cada vez más lejos del conocimiento de valores y dones que se enlazan con el matrimonio. Según la real academia de internet, la peyorativa afirmación mencionada aplica para el caso significando persona tonta, cobarde o pusilánime. Es decir “el que se casa es porque es tonto”. Pero además mi miedo enraizaba en el respeto y temor de Dios que indicaban en el matrimonio un compromiso serio, muy serio ante Él, que si me equivocaba debería soportar una cruz por siempre y ser infeliz todo el resto de mi vida y nadie quiere ser infeliz, mucho menos, un pendejo. Por eso a continuación en resumen, les voy a contar como le perdí el miedo al matrimonio. La historia de nuestras vidas es sencilla pero incontablemente valiosa para los dos, tanto mi esposa como yo, nos independizamos rápidamente de nuestros padres, Ana Cecilia desde muy joven ayudó y sigue ayudando a su mamá, trabajó para pagar sus estudios, su vivienda y encontró un lugar en el mundo como periodista, por eso es que la ven muy seguido en las noticias… Hicimos algunas cosas al revés de lo que convencionalmente mucha gente hace, pero tratando de hacer lo que más nos daba tranquilidad, y a conciencia: nos enamoramos, despacito eso sí, después de la luna de miel decidimos tener un bebe, luego nos casamos por vía civil, no por la Iglesia principalmente por mi miedo al compromiso delante de nuestro Creador, después nació Ana Sofía, y el día que la bautizamos le propuse matrimonio a la que ya era mi esposa en el papel, lo hice porque ella quito de raíz todo mi miedo, a ella se le debe todo esto, ella me mostro que sí se podía, que la convivencia amable si era posible entre dos personas que se aman, que con Dios en el centro nosotros podríamos ser todo lo felices que quisiéramos aunque fuéramos imperfectos, por eso estoy infinitamente agradecido con ella, por liberarme de mi último miedo, el apoyo de la comunidad almirantes fue fundamental, a ellos tengo mucho que agradecerles, sin juzgamientos, consientes de mi miedo nos aceptaron en la comunidad de parejas donde todos son casados, orábamos y reíamos juntos, en familia. ¿Cómo no querer la bendición de Dios cuando me ha dado un hogar maravilloso? ¿Cuándo la vida me muestra que la mujer que tengo es un ángel vivo lleno de amor por mí y por su hija? Por eso decidimos fijar una fecha para finales del el año pasado, pero nuestros planes no siempre son los planes de nuestro destino, justo cuando empezamos a hacer cuentas de cuanta papita teníamos que comprar para los invitados, nos llegaron los espasmos, luego la lipo, las terapias de quimio-spa, las sesiones de radio-spa, y el matrimonio se embolato. Cuando un terremoto mueve tu suelo y te das cuenta de que a pesar del mareo puedes ponerte de pie, de que el mundo no se ha acabado, sientes respirar hasta los huesos. Creo que por eso nos volvimos triplemente conscientes de cada momento, cada instante de nuestras vidas tenía mucho más sentido, el amor del uno por el otro tomo un valor inigualable. Afloró la alegría al poder de ayudar a otro sin condiciones, de luchar contra gigantes contra quienes pocos se atreven a luchar, y lo más importante, de tener la bendición de Dios, ahora queríamos casarnos con todas nuestras fuerzas, creo que esta fue la decisión más consciente que hemos podido hacer en nuestra vida, lo deseábamos más que a nada, queríamos unirnos en el sagrado sacramento del matrimonio, y queríamos compartirlo con ustedes, hacedores también de nuestras vidas. Por eso, la afirmación de que el matrimonio es para tontos no se cumple en nuestro caso, por tanto no es verdadera, el matrimonio es para personas conscientes, conscientes no de cuanto tienen, sino de que tienen al otro, de lo maravilloso que es compartir la vida en el amor de Dios junto al otro, el matrimonio es para valientes, valientes que no le gritan a su pareja sino a los que quieren hacerle daño, el matrimonio es para seres fuertes, pero no para el que más duro le da a la mesa, sino para los que tienen la fuerza para perdonar suavemente y aprender de los valores y de los errores que les mostraron sus padres, el matrimonio es para personas que quieren ser más despiertas, que valoran la vida del otro no con palabras sino con acciones de día y de noche. El matrimonio es para guerreros, no para pelear con el otro sino para luchar juntos contra las adversidades como soldados incondicionales, El matrimonio es para quienes quieren crecer en el don de la humildad, por qué dándolo todo es como se recibe amor y recibiendo amor siempre se saca lo bueno de lo malo, el matrimonio es para personas que desean ser sabias, no para ostentar conocimiento sino para enfrentar la enfermedad con tranquilizada paciencia, el matrimonio es para quienes desean disfrutar la vida en equipo, pero sobre todo para vivirlo con su pareja en la soledad que trae un silencioso beso de apoyo íntimo, que le muestre al cielo la esperanza de quienes quieren llegar a viejos con el amor de su vida. En últimas y para finalizar espero que estas palabras se las lleven a su casa y piensen sobre ellas, recuerden que de nuestros abuelos podemos aprender que las gallinas pican pasito, de la soledad aprendemos que las aspiradoras se pueden dominar, y que con Dios en el centro siempre podemos afirmar que el matrimonio no es para pendejos.