lunes, 14 de marzo de 2011

Quisi era.

(Esta imagen no es mía, fue tomada por la UN en una exposición de Collings llamada Soledad y Co.)



Mis palabras estaban llenas de quisiera,
por eso tome un bistury
abrí por la mitad y el querer se separo del era,
raje primero por el era,
y salieron como tripas todo lo que fue y no pudo ser.
luego lo abrí por el lado del querer,
en el sector derecho, se que esta el imaginar,
por eso lo saque y le quite la válvula del sueño,
para poder dejar de pensarte despierto.
Lo que causo fue lo contrario,
pues te sueño mas despierto que dormido,
y duermo mas despierto que soñando.

Por el lado izquierdo del querer estabas tú,
lo descubrí por que mi bisturí se rompió.
no pude partirte, ni tampoco extraerte,
así que arranque con láser a quemarte,
adivina que: nada sirvió...
podrías darme tu receta?
para olvidar tan fácil mi caricia,
para dejar tan rápido mi vida?

Quiero saberlo por curiosidad
por que no hay en el mundo otra mujer
que mi mente quiera tener
que mi ser quiera sentir
que mi lado izquierdo quiera recordar..

Como se que no tendré respuesta tampoco a esto,
para no hacer cirugías con los ojos cerrados,
me automedique una buena formula,
basada en píldoras de expresión:
dos goticas de poemas cada día,
una historia azul que me relaje,
cuatro dosis de tus fotos que iluminen,
los versos que existen en mi cuerpo,
que desangren mi tristeza y mi alegría.
y que calmen la gastritis lentamente,
por tragarme mis palabras de quisiera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario