miércoles, 22 de junio de 2011

La libertad de Juan



Juan dejo de escribir un momento para responder la pregunta de Camilo, pues mi familia... Juan levanto la cabeza hacia el cielo y respondió: mi familia es de San Vicente de Chucurí, nosotros vivimos en una montaña que es tan bonita como un jardín lleno de flores, mi padre es mago y mi mamá es ingeniera de sueños. En la vereda dicen eso, a él le dicen el mago Vicente por que saca yuca, maíz y café de un pedazo pequeño de tierra solo con un palo, y mi madre es ingeniera de de sueños, por que siempre que hay alguna señora embarazada le ayuda a sacar el niño que lleva por dentro y después llena de grandes sueños el espacio que queda, para que esas mamás se los cuenten a sus hijos y así ellos lleguen a ser grandes personas.
En la casa siempre jugué con Mateo, un perro que nos regalaron en el mercado del pueblo, hasta que llego Martina la hija de doña Rosa, la vecina de la parte alta de la montaña, a Martina también nos la regalaron, por que doña Rosa se fue, yo no se para donde se fue, pero dicen que se la regalo a mis papas para que la cuidara como si fuera otro hijo más, a mi me gusto mucho ese regalo, por que aunque nunca había jugado fútbol con una niña, ella jugaba muy bien, le gustaba jugar conmigo en las tardes después de que terminábamos de trabajar la tierra con mi papá.
Para ella es esta carta, por ella es que estoy aquí, por eso estoy escribiendo sobre la libertad. ¿Sobre la libertad? "preguntó Camilo". Si sobre la libertad, yo quiero que aprenda lo que mi abuelo me enseñó, él decía que todos los niños eran libres por naturaleza, y que solo cuando uno esta grande decide ser o no ser libre.
-Camilo "yo no le entiendo Juan, si todos los niños somos libres, entonces ¿por que estamos aquí?", espere un momento que se me ocurrió una frase para Martina, voy a escribirla antes de que se me olvide y antes de que nos llamen. Juan tomo su cuadernillo, toscamente sobre la rodilla derecha, escribió lentamente con letras disparejas... por eso la luz del sol sobre las hojas húmedas alumbran como las crispetas de maíz dulce que tanto me gustan, por eso las nubes huelen a chocolate en las mañanas, por eso vivo feliz donde sea, por que se que algún día veré de nuevo tu sonrisa...
Camilo solo esperaba que no lo llamaran de nuevo, la ultima vez llamaron solo a Camilo para pedirle su nombre completo, y como era tartamudo le golpearon la cabeza, luego lo hicieron repetir 13 veces su nombre, mientras se reían a carcajadas. dijeron que lo repitiera 13 veces por sus 13 años de mala suerte. A Juan no le gusto que se rieran de su amigo Camilo, pero pensó por un momento que su pena sería menor en caso de alguna penitencia, ya que él tenía dos años menos.
Bueno, continuó Juan, pues yo estoy de acuerdo con mi abuelo, todos los niños son libres, hasta que llega un momento en que debemos defender nuestra libertad con nuestras acciones, como yo ya soy un hombre, estoy defendiendo la libertad de Martina, a ella se la querían traer también para la guerrilla, pero el capataz dijo que si yo me venia con ellos la dejaban tranquila, que al fin y al cabo me necesitaban mas a mi en este momento. dijeron que ella debía esperar mas tiempo, por que aunque tenía la misma edad que yo y podía ser otra novia del comandante, su cuerpo delgado aun no alcanzaba a cargar el fusil, pero que nosotros decidíamos.
Después de que mataron a mi abuelo, le dije a mi papa que yo me ofrecía, lo único que les pedí fue una panela, mi vaso de colores y que por favor no dejaran de jugar fútbol con ella, por que de acuerdo con mi mamá, Martina cuando grande, sería una gran futbolista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario